EPÍLOGO

EPÍLOGO

La Gloria de Dios se manifestaba visiblemente en una luz que brillaba sobre la tapa del Arca, llamada el propiciatorio. Sólo el Sumo sacerdote, podía entrar a este lugar santísimo, y sólo una vez al año. (Éxodo 40:34-38)
Al morir Jesús, el velo espeso fue el que se rasgó en dos, el cual indica que ahora está abierto y libre el camino al cielo, por medio del cuerpo de Cristo. “El novio nos dice: Déjame ver tu rostro, déjame oír tu voz, porque dulce es la voz tuya y hermoso tu aspecto.” (Cantares  2:14)




Ahora bien, detrás de todo esto algo impide entrar ante su presencia: Estamos fríos, hay frialdad en el corazón, que aún se conserva en nuestra naturaleza humana, lo que se llama el velo de separación, donde muy dentro de nosotros no ha sido juzgada, crucificadas y repudiadas.

Es el velo interior, el yo interno, el cual  no queremos abandonar, ni doblegar ya que nuestro corazón está remendado, recosido, reinstalado y es un enemigo de nuestras vidas, es el ser interior que buscamos nuestra propia justificación, lo que indica es que usamos la palabra para justificar lo malo que hacemos;  conmiseración, indica que nos vean con compasión, con misericordia; autosuficiencia nos creemos que somos autosuficientes, otro aspecto es la  admiración por nosotros mismos; mantener sentimientos egocéntricos, exhibicionista; es por ello que debemos confesarnos, desechar, resistir y crucificarnos todas nuestras emociones.

En Hebreo 10:19-20 dice la palabra “teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne. 

¿Cuál es el fin principal de la existencia del hombre? Glorificar a Dios y gozar de su presencia por siempre jamás.
Ahora bien, en la carta de Jamaica, Simón Bolívar dice: el velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas, se han roto las cadenas, ya hemos sido libres y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Bolívar cuenta como están destruyendo a Venezuela, que el lazo que la unía a España está cortado por una inmensa monarquía, existen intereses en los comercios.

A Venezuela la han reducido a una absoluta indigencia y soledad espantosa, sus tiranos gobiernan un desierto, y nos encontramos con una Venezuela desierta, la muerte de hombres, que por no ser esclavos luchan en los campos y pueblos, la ¼  parte de los habitantes han sido sacrificadas por la tierra (terremoto 1812), y por la espada, hay hambre, peste y peregrinaciones.

El hombre hace lo que cree conveniente y quiere que su ciencia sobrepase el poder de Dios, por lo tanto,  la conciencia convence pero no trae victoria; Juan 8:9; Romano 2:15; 1Corintio 8:7; Timoteo 4:2. Esto es la consecuencia del juicio que viene, porque la maldad creció Génesis 6:5, 11 y 13.
Eclesiastés 1:9-10  ¿Qué es lo que fue? Lo  mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí eso es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
Eclesiastés 3:15 Aquello que fue, ya es, y lo que ha de ser, fue ya. Dios restaura lo que paso.

Profeta Gladis Hernández


No hay comentarios.:

Publicar un comentario